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por Tristan de Dessindigo

Cómo agregar textura a la acuarela

Cómo agregar textura a la acuarela

Hoy, les propongo explorar la acuarela desde un ángulo un poco diferente. La idea es jugar con el material para crear texturas originales que darán relieve y vida a sus dibujos.


Pequeño recordatorio sobre la acuarela

La acuarela es una técnica bastante libre, a veces un poco impredecible, pero capaz de dar resultados realmente impresionantes.

El agua está en el centro del proceso, eso es precisamente lo que le da todo su encanto. ¡Pero no es solo eso! Otros elementos intervienen para crear efectos interesantes, y es precisamente lo que vamos a descubrir aquí. En la práctica, la acuarela se presenta en pastillas (en forma sólida) o en tubos (más líquida). ¿El secreto de su funcionamiento? Un ingrediente natural que llamamos goma arábiga, que retiene el pigmento y lo libera suavemente al contacto con el agua.

En cuanto al soporte, lo mejor es usar un papel especialmente diseñado para la acuarela. Lo ideal es un papel con las siguientes características:

- Un gramaje alto: entre 300 g/m² (140 lb) y 425 g/m² (200 lb), o incluso más si es posible.

- Una textura adecuada: papel prensado en frío (ligeramente texturado), prensado en caliente (liso y suave), o rugoso (muy texturado). La textura elegida influirá fuertemente en el resultado final.

Antes de comenzar, piense en preparar su papel para evitar que se curve bajo el efecto del agua. La idea es estirarlo correctamente para que se mantenga bien plano durante todo el trabajo. Para ello, tiene dos opciones:

- Sumergirlo completamente en el agua durante unos segundos;

- O humedécelo uniformemente con un pincel grande.

Personalmente, les recomiendo el primer método, que me parece más eficaz. Una vez humedecido el papel, fíjenlo sobre una superficie rígida con cinta adhesiva (tipo masking tape), asegurándose de cubrir bien todos los bordes. Esto evitará que se levante o se deforme al secarse.


¿Cómo crear texturas variadas con acuarela?

Nuestro objetivo hoy es crear texturas variadas en acuarela. Para ello, vamos a probar diferentes enfoques para obtener efectos contrastados:


Húmedo sobre húmedo

Es la técnica básica, la que a menudo exploramos primero cuando comenzamos con la acuarela. Humedeces el papel, cargas tu pincel con color... y dejas que la pintura se difunda por sí sola. El resultado es a menudo sorprendente, con formas suaves y un bello efecto difuminado.

Y si combinas varios colores, se mezclan entre ellos de manera muy fluida.


Húmedo sobre seco

Veamos ahora cómo actúa un pincel húmedo sobre papel seco: notarán que los trazos son más definidos, manteniendo cierta fluidez.


Seco sobre seco

Puede parecer contradictorio con la idea que tenemos de la acuarela, pero si buscas un efecto de textura, puedes usarla casi sin agua.

Al aplicar la pintura casi pura sobre un papel seco, obtendrá manchas muy intensas, ricas en pigmentos, con un acabado más marcado y texturizado.

Es una buena manera de añadir contraste o de hacer resaltar ciertos elementos de tu dibujo.


Transparencias

Puedes lograr este efecto tanto en tu paleta como directamente sobre el papel.

Simplemente cargue su pincel con mucha agua, luego agregue un poco de pigmento. Cuanto más diluya el color, más transparente se volverá.

Una vez que su primera capa esté seca, puede agregar otras encima para crear bonitos efectos de superposición.

Como los colores no se mezclan sobre un fondo seco, es ideal para distinguir claramente diferentes zonas en tu composición.


Proyectar la pintura

Si quieres añadir un toque un poco más estilizado, prueba esta técnica muy simple: carga tu pincel con color, luego dale ligeros golpecitos o agítalo sobre la hoja.

La pintura se proyectará en pequeñas gotas aleatorias, creando salpicaduras dinámicas que aportan ritmo y textura a tu ilustración.


Uso de otros elementos para añadir textura a la acuarela


Agregar sal

El agua a veces puede reaccionar de manera sorprendente con ciertos elementos, y la sal es uno de ellos.

Si espolvoreas un poco sobre la pintura aún húmeda, verás aparecer una textura granulosa.


Agregar alcohol

El principio es el mismo que para la sal, pero esta vez se utilizan unas gotas de alcohol.

Al caer sobre la pintura aún húmeda, el alcohol hace reaccionar el pigmento y crea zonas más claras, como decoloradas.


Uso de materiales variados en acuarela


Usar una esponja para añadir textura

Comience por humedecer bien sus recipientes o prepare una mezcla de pintura de tubo diluida con un poco de agua. Sumerja una esponja de cocina en el color — incluso puede combinar varios tonos para obtener un efecto más rico.

A continuación, da golpecitos suavemente con la esponja sobre el papel: la pintura se depositará de manera irregular, con zonas más o menos pigmentadas.

Es perfecto para crear texturas vegetales, como follaje o fondos texturizados.


Usar plástico

Si desea obtener un efecto brillante e irregular, aplique pintura sobre una superficie plástica, luego transfiérala al papel. El pigmento se depositará siguiendo los relieves del plástico. Cuanto más rígido sea este, más nítidas serán las formas.


Raspar con un objeto

Una vez que su pintura esté seca, tome una tarjeta plástica, una cuchara o cualquier otro objeto plano pero flexible, y raspe la superficie pintada. Esto eliminará una fina capa de color, creando un efecto de desgaste o erosión.

Ahora es su turno de jugar.

No duden en mezclar varias técnicas en una misma ilustración, es lo que dará a sus dibujos texturas llenas de personalidad, vivas y llamativas.

¡Espero que hayan disfrutado esta introducción!

Redactor e ilustrador: Bryam