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por Tristan de Dessindigo

Domina la Pintura Acrílica: Guía Para principiantes

Domina la Pintura Acrílica: Guía Para principiantes

El acrílico es una pintura versátil que ofrece muchas posibilidades a los artistas principiantes. De secado rápido y fácil de manejar, permite crear una variedad de texturas y efectos a un precio asequible. A través de este artículo, te propongo regresar a los fundamentos del acrílico abordando el material y las técnicas para empezar bien.


¿Por qué elegir la pintura acrílica? 

El acrílico es una excelente opción para los principiantes por varias razones. Su rapidez de secado permite trabajar rápidamente, lo cual es ideal si te gusta experimentar sin esperar horas. Además, a diferencia del óleo, el acrílico es menos tóxico y no requiere de solventes químicos, lo que lo hace más seguro y más agradable de usar en un entorno cerrado.

Es también extremadamente versátil: puedes aplicarla en una multitud de superficies (lienzo, madera, papel, etc.) y usarla de varias maneras diluidas o espesas. Finalmente, ofrece colores ricos y vibrantes y, sobre todo, sigue siendo asequible.


El material para comenzar con el acrílico

El material para comenzar con acrílico no necesita ser costoso o extravagante. Te presentaré las diferentes herramientas más útiles, pero ustedes son libres de no usarlas todas o de construir un pequeño kit poco a poco.


La pintura

Es uno de los pocos elementos en los que puedes invertir. Opta por pinturas de calidad fina o extra fina. No necesitas tener todos los colores, unas pocas tonalidades básicas serán más que suficientes.


El papel

Es el segundo elemento en el que puedes invertir. Necesitas papel de al menos 250 g/m² para asegurarte de que no se curve. También puedes optar por lienzos o incluso cartón, la pintura acrílica funciona en todo tipo de soporte. Si quieres aprender más sobre cómo elegir tu papel, te remito a este artículo. https://dessindigo.com/blog/consejos/que-papel-dibujo


Los pinceles

Puedes elegir un pequeño kit de inicio básico e invertir a medida que avances.


La paleta

Aquí tampoco hay necesidad de invertir. Un plato o una simple paleta de plástico pueden funcionar muy bien. Sin embargo, si deseas optimizar, puedes optar por paletas que mantendrán la humedad y permitirán que tu pintura no se seque.


Medios y aditivos

El acrílico es una pintura a la que se pueden agregar diferentes medios o aditivos para modificar ligeramente sus propiedades. Por ejemplo, se puede extender el tiempo de secado gracias a un retardador, o trabajar en transparencia y hacer bellos veladuras. Estos medios son opcionales, pero te permitirán ganar en comodidad.


Otro

Finalmente, te recomiendo usar recipientes transparentes para limpiar tus pinceles (al menos dos, uno para limpiar y otro para diluir los colores), y tener siempre a mano papel absorbente.


Las técnicas básicas de la pintura acrílica


Tener la consistencia adecuada

La primera técnica, y la más importante, consiste en obtener la consistencia adecuada para tu acrílico. Generalmente, cuando comienzas, no es muy complicado ya que la pintura es nueva. Pero con el tiempo, verás que puede secarse, incluso en el tubo.

Es esencial acostumbrarse a encontrar la consistencia que le convenga. Te aconsejo añadir apenas unas gotas de agua a tu pintura para que se vuelva fluida, pero que siga siendo ligeramente espesa. Esto te permitirá lograr una buena cobertura sin crear efectos pastosos.

Las diluciones

La segunda técnica que deberás dominar es la de las diluciones. Puede parecer bastante simple: tomas la pintura, la diluyes, ¡y listo! Sin embargo, el desafío es ser capaz de reproducir la misma dilución varias veces seguidas, o de entender qué dilución es la más adecuada para trabajar los planos, y cuál lo es para los detalles...

Las diluciones serán muy importantes para entender y dominar la pintura acrílica. Te recomiendo que practiques con diferentes colores, intentando realizar los mismos porcentajes de dilución cada vez.

Los planos de color 

Ah, los planos de color. Si alguna vez has tomado clases de pintura, probablemente has escuchado mucho sobre ellos. Normalmente, si dominas la consistencia de tu acrílico, no debería ser demasiado complicado. Hay varias técnicas, pero te recomiendo la más clásica y efectiva: sumerge tu pincel en el color, realiza tu pincelada de un lado, luego gira el pincel y realiza tu pincelada del otro lado.

Normalmente, se obtiene un acabado uniforme con solo dos pasadas. También te aconsejo practicar, pintar formas geométricas simples, como cuadrados o rectángulos, para dominar bien esta técnica.


Los degradados

¿Pensabas que los colores planos eran molestos? ¡Todavía no has probado los degradados! Pero no cunda el pánico, con un poco de entrenamiento lo conseguirás sin problemas. Aquí también existen varias técnicas. La primera es similar a los colores planos: un color en un sentido, el otro color en el otro sentido.

Esta técnica puede funcionar muy bien si usas un medio retardador, pero si no es así, puedes obtener una marca y, por lo tanto, no lograr un degradado perfecto. Es esencial trabajar rápidamente para evitar que la pintura se seque antes de que puedas mezclarla correctamente.

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La mejor manera de crear degradados, y la más utilizada, es utilizar colores de transición. Si necesitas mezclar dos tonos muy distintos, mézclalos previamente en tu paleta para crear uno (o varios) tono(s) de transición, y luego crea degradados entre cada uno de estos tonos. Es un poco más lento, pero el resultado suele ser más limpio y fluido.

Una última técnica que puede ser útil si deseas realizar una transición degradada entre dos colores (o más) es aplicar estos colores lado a lado en el pincel, y luego hacer algunos movimientos de ida y vuelta (asegurándote de ser lo más recto posible). Esto creará poco a poco una transición suave entre los dos colores.


La textura

El acrílico tiene la ventaja de poder trabajarse con muchas consistencias. Puedes elegir trabajar una pintura muy diluida o, por el contrario, trabajar con mucho material para crear textura.

Puedes aprovechar los diferentes pinceles o incluso utilizar cuchillos de pintura, esponjas… El acrílico es particularmente adecuado para la experimentación, ¡así que diviértete!

Algunos errores comunes


No preparar suficiente pintura

Un error muy común en acrílico es subestimar la cantidad de pintura que necesitarás, olvidando el secado rápido de la pintura (a menos que uses una paleta para conservar la humedad).

Cuando prepares tu mezcla, incluso si es para una zona muy pequeña, siempre anticipa un poco más, ya que vas a extender un poco en la paleta, el pincel absorberá algo, y una parte se secará mientras aplicas el color en tu lienzo.


Mezclar mal los colores

Mezclar mal los colores también es un error muy común, y hay posibilidades de que al principio no lo consideres como tal. Cuando mezcles   colores diferentes, mézclalos completamente, no dejes pequeños matices de los colores iniciales, porque esto no te dará el tono exacto mientras la mezcla no esté terminada y puede dejar residuos de colores no deseados en tu pincel.


Colores residuales

Este error sigue la misma idea que el anterior. Cuando tomes un nuevo color con tu pincel, asegúrate de que no haya rastros residuales de los colores previamente utilizados (que permanecen en tu paleta o que no se han eliminado después de la limpieza).

De lo contrario, llegará un momento en que estarás muy contento con tu lienzo y su limpieza, luego realizarás un pequeño retoque en un elemento muy visible, y ahí, colores residuales, totalmente no deseados (sí, obviamente esto es por experiencia propia). Por lo tanto, te aconsejo que aprendas de los errores de otros y que verifiques bien que tu pincel siempre tenga un único color (a menos que sea una elección deseada).


No cuidar bien tus pinceles

Este último error no concierne directamente al momento de pintar, sino al después, una vez que has terminado. Aunque pueda ser molesto o si tienes prisa, siempre tómate unos minutos para limpiar tus pinceles. La pintura acrílica se seca rápido y, si no limpias tus pinceles a tiempo, puede que las cerdas se peguen entre sí y se dañen.

Puedes despegarlos usando quitaesmalte, pero si tomas el hábito de simplemente enjuagarlos con agua, o incluso usar un poco de jabón después de cada sesión de pintura, evitarás muchos problemas.

¡Y eso es todo! Acabamos de ver el material y las técnicas básicas para comenzar con la pintura acrílica. ¡Ahora es tu turno de jugar! Practica realizando fondos planos, diluciones, degradados... pero sobre todo, experimenta y diviértete. ¡Eso hará que tus creaciones sean aún más hermosas!

Redactora e ilustradora: Chloé Pouteau