INICIO BLOG

por Tristan de Dessindigo

Cómo dibujar una pradera

Cómo dibujar una pradera

En medio de ecosistemas extremos o grandiosos, también existen paisajes de pura serenidad: praderas donde los animales evolucionan libremente y donde las flores se extienden hasta donde alcanza la vista. Lugares sin artificios, donde la simplicidad se convierte en un espectáculo en sí misma.

En este tutorial, vamos a aprender a dibujar una pradera, vasta extensión de hierbas y flores, donde cada detalle cuenta.


Dibujar una pradera paso a paso

Comenzaremos por supuesto con un degradado para el cielo. Este será principalmente azul, pero sin llegar a un tono demasiado oscuro. Utiliza un azul intermedio, casi celeste, y degrádelo hasta un azul pastel. Esta transición suave aportará a la composición la serenidad que buscamos.

Lo ideal sería usar una de las líneas de la cuadrícula como referencia. Pero en este caso, vamos a hacer un poco de trampa para componer una imagen con un equilibrio algo artificial: traza una franja verde que servirá de llanura.

Comienza aplicando un azul ligeramente más oscuro, como un azul índigo. Luego, superpón una nueva capa más clara, sin cubrir completamente la anterior. Al construir los volúmenes de esta manera mediante capas sucesivas, obtendrás nubes más naturales y profundas.

Agregar el fondo del dibujo

Nuestro horizonte es demasiado plano: añade algunas colinas para un resultado más natural. Para completar, pinta un bosque a lo lejos: comienza con una banda de formas irregulares en verde oscuro, luego agrega unos toques de verde desaturado, tendiendo hacia el gris. Finalmente, aplica pequeños toques de verde brillante en algunos lugares para dinamizar el conjunto.

Dibuja espontáneamente manchas de verde en toda la superficie variando los tonos y saturaciones. Cuanto más amplio sea el rango, más rica será la representación.

Dibuja luego puntos de colores para crear una capa de flores en todo el prado. Aquí tienes total libertad para elegir el número y la intensidad. Ten en cuenta que cuanto más cerca estén de la línea del horizonte, más pequeñas deben ser.

Luego, agrega hebras de hierba entre las flores, variando los tonos claros y oscuros. Traza líneas finas y diversas, al igual que para la primera capa de toques de color.

Atención: la capa base no desaparece, al contrario, se funde sutilmente. Sin ella, el paisaje parecería plano.

Las flores en primer plano deben ser más detalladas. Tómate el tiempo para dibujar algunas, con matices de rojo o amarillo para dar volumen y realismo. Si es posible, añade algunos tallos y hojas.


Agregar un efecto realista al dibujo de una pradera

Para aportar un efecto más realista o acentuar la profundidad, añada un árbol o un arbusto en primer plano. No es necesario detallar cada elemento: algunas ramas frondosas en tonos oscuros, realzadas con algunos toques de luz, son suficientes. Desvanece ligeramente este añadido, y obtendrás un resultado convincente.

En este ejemplo, elegí agregar un arcoíris, de manera opcional. Este se integra muy bien a este tipo de paisaje. Asegúrate de disponer los colores en el orden correcto, aplica una transparencia sutil, difumina el conjunto y suaviza ligeramente sus extremos para obtener un efecto óptico realista.


Agregar los detalles al dibujo

Quizás puede que te parezca que hay demasiadas flores. En ese caso, puedes reducir la intensidad de los colores con una fina capa de verde, o si trabajas en digital, disminuyendo la opacidad. Para variar más los tonos, retoca algunas flores en los diferentes planos.

¡Y terminamos! Tenemos una pradera simple en apariencia, pero que está llena de pequeños detalles que desprenden calma y serenidad. Ahora te toca a ti: libera tu imaginación y crea tu propio paisaje. Por último, no olvides que unos pocos elementos en primer plano son suficientes para dar más profundidad y vida a tu composición.

Editor: Bryam