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por Tristan de Dessindigo

Aprende a Dibujar un Caracol Fácilmente

Aprende a Dibujar un Caracol Fácilmente

Los caracoles son moluscos gasterópodos que se encuentran en todo el mundo y que son fácilmente encontrados en los bosques o en nuestros jardines en días lluviosos para las especies terrestres: les gustan los terrenos húmedos. También existen especies acuáticas de agua salada o agua dulce.

Aunque generalmente solo encontramos pequeños especímenes en Europa, algunos como el caracol gigante africano tienen una concha que puede alcanzar los 30 cm. Para comparar, la concha del caracol más grande de Francia, el caracol de Borgoña, mide hasta 5 cm. El caracol más pequeño puede medir apenas 2 milímetros.


La anatomía del caracol 

Es un invertebrado cuya anatomía se puede resumir en estos pocos puntos para dibujarlo fácilmente:

- un pie ventral flexible.

- dos ojos sobre bolas redondeadas en el extremo de dos grandes tentáculos.

- dos pequeños tentáculos sensoriales debajo de los más grandes.

- una concha dorsal hueca y en espiral

Sus órganos (riñón, corazón, hígado...) están protegidos por su caparazón, pero su pie y su cabeza también pueden esconderse si el animal se siente amenazado. Sus tentáculos son retráctiles, los dos tentáculos más pequeños sirven para detectar olores, y los ojos se encuentran en el extremo de los dos más grandes.

Se desplazan contrayendo y liberando el conjunto de músculos de su pie, formando movimientos ondulatorios fluidos. Así puede estirarse, contraerse, torcer su pie... Se desliza sobre el moco que produce, de ahí ese aspecto mojado en su piel texturada.

Las conchas pueden ser redondeadas, llegando hasta una forma de espiral cónica muy alargada según las especies. La espiral de su concha se enrolla desde el ápex (el vértice del enrollamiento de la concha).


Dibujar la cabeza del caracol

Para entender mejor las texturas de la piel del caracol, rápidamente hacemos un pequeño zoom en su cabeza: 

1/ Esboza los 2 tentáculos más grandes. Están erguidos hacia arriba, a menudo se pueden ver dos pequeños puntos negros en el extremo. Esos son sus ojos:


2/ Dibuja la boca y la cabeza con trazos suaves y redondeados. Encima, hay dos pequeños tentáculos que suelen inclinarse hacia abajo.

3/ Dibuja una parte del cuerpo del caracol, mostrando también la parte inferior de la zona ventral de su pie.

 

4/ Aquí entramos en el meollo del asunto: la textura de su piel.

Se puede simplificar mediante el dibujo sin necesidad de dibujar detalle a detalle sus relieves. Basta con dibujar la textura sobre los lugares más oscuros (donde se forman los pliegues y curvas).

Así, acumula pequeñas curvas en la parte superior de su cabeza. En el medio del dibujo, añade algunas formas entre el óvalo y el rectángulo rodeadas de líneas más sutiles y curvadas. En la parte inferior del pie, se pueden esbozar ligeramente una tras otra líneas en forma de arcos ligeramente curvados.

5/ Coloca sombras suaves para acentuar el movimiento del animal: en su cabeza, luego extendiéndose hacia la boca y el resto del pie. La sombra es más oscura en la parte inferior del pie. Manten los bordes del pie blancos porque generalmente son más anchos que la cabeza y no están en su sombra.

6/Acentúa nuevamente el relieve de la piel siguiendo la técnica del punto 4/.

Dibujar un caracol paso a paso 

Vamos a dibujar la pequeña criatura en su totalidad ahora que hemos visto las texturas más en detalle.

1/ Dibuja una flecha ondulada para definir la longitud del caracol, y también para ayudarte a dibujar el movimiento ondulante de su pie. (Borraremos esta línea más tarde).

2/ Define el grosor del pie: con una amplia curva en S en la parte superior, y ondulaciones más marcadas en la parte inferior para mostrar el movimiento.

3/ Termina el dibujo del pie con ondulaciones más pequeñas que las anteriores en el extremo.

4/ Añade dos grandes tentáculos en la parte superior de su cabeza, rematados por dos pequeñas bolas redondeadas donde están sus ojos.

5/ Termina el dibujo de la parte visible del cuerpo del caracol: añadiendo las líneas que muestran la parte inferior del pie (donde las ondulaciones eran más altas). Con un simple redondeo, dibuja su boca.

6/ ¡No olvides los pequeños tentáculos al lado de la boca!

7/ Coloca la concha. Podrías colocarla en el centro del pie, o incluso a unos pocos milímetros de su extremo. Con un amplio arco de círculo, dibuja la entrada hueca de la concha: el peristoma y la parte baja de la concha.

8/ Dibuja la silueta de la concha así como un punto que representa el ápex (la cima de la espiral característica del animal). Cuanto más alejado esté este punto de la concha, más cónica será esta.

Atención, en cuanto a la forma, se nota que no es un círculo perfecto, hay que seguir la forma de la espiral donde la apertura es exponencial. Es una espiral logarítmica que encontramos en todas partes en la naturaleza, desde el interior de una flor hasta la forma de las galaxias…

9/ Borra los trazos superfluos.

Partiendo del punto, dibuja la espiral. La línea debe detenerse en el peristoma.

10/ Ahora hemos dibujado todos los elementos esenciales para la silueta del caracol. Podemos entrar en detalles con la textura de su caparazón trazando líneas curvas que siguen la forma de la entrada del caparazón.

Aquí, suavizamos las texturas cuanto nos acercamos a la cima.

11/ Muy ligeramente, dibuja las texturas del borde del pie como hemos visto más arriba.

12/ Texturiza por lugares la piel de su pie y su cabeza. Estos trazos deben ser más ligeros que los de la concha porque el cuerpo del caracol es ligeramente translúcido, mientras que la concha es dura, más opaca y está parcialmente compuesta de calcio y no de carne.

¡Y aquí está nuestro dibujo!


Añadir detalles al dibujo de caracol

Para realmente representar las texturas y los efectos del caracol, añade valores a este último.

1/ Elige como base un gris medio para la concha, y un gris apenas más claro para su pie. En algunos lugares, en las extremidades, juego con la transparencia de este gris. Debajo de su pie, dibuja su sombra proyectada. Es clara porque su piel es translúcida, especialmente en los bordes del pie.

2/ Precisa las sombras de su caparazón y la sombra proyectada de esta oscureciéndolas. Para resaltar las texturas, borra pequeñas partes de la sombra proyectada que representan los relieves de su piel que captan la luz (solo en el borde de la sombra).

3/ Con blanco, dibuja la textura de su piel húmeda.

Los puntos a enfatizar: los bordes del pie donde la ondulación es más alta, la parte superior de su cabeza y el extremo del pie. Respeta las áreas de sombras previamente definidas y no añadas relieves blancos.

4/ Para dar vida a la concha, dibuja finos reflejos blancos encima, siguiendo la dirección de la luz. Para marcar el punto más luminoso de esta, acentúa uno de los reflejos en particular, que será más grueso que los demás.

Para ayudarte a colocar los valores, puedes simplificar la estructura pensando en cómo interactúa la luz con un cilindro y con una esfera.

Consejo: para demostrar que la concha es redondeada, los reflejos blancos más marcados no están en los bordes sino a ⅔ entre cada parte de la espiral. Sin embargo, agrega sutiles trazos blancos en los bordes de la concha ya que la luz rodea la forma.

5/ Las conchas de los caracoles suelen ser texturizadas o con ligeras manchas, aquí agregamos texturas en la parte superior de la concha donde la luz capta los detalles.

¡Nuestro caracol está terminado!


Redactora e ilustradora: Vincyane