Dibujar un anciano
Dibujar a una persona mayor es un ejercicio a la vez enriquecedor, interesante y estimulante. Por ejemplo, representar el rostro de una persona mayor permite contar una historia a través de un rostro marcado por el tiempo, las emociones y la experiencia. Es traducir, en unos pocos trazos, la dulzura, la sabiduría, el cansancio y una cierta luz en la mirada.
En este tutorial, nos centraremos en un retrato de una persona mayor, ya que es en el centro del rostro donde la huella del tiempo se expresa con más riqueza. Primero veremos las principales características del envejecimiento facial. Luego, aprenderemos a construir paso a paso un rostro envejecido.
Las características de un rostro envejecido
Antes de dibujar, es esencial observar. El envejecimiento del rostro se expresa a través de varios signos distintivos que es importante comprender para poder traducirlos con precisión.
Las arrugas
Las arrugas no son simplemente líneas a trazar de manera automática. Siguen lógicas precisas:
• Arrugas de expresión: aparecen donde los músculos se contraen regularmente, como la frente, el contorno de los ojos (patas de gallo) o alrededor de la boca.
• Arrugas gravitacionales: relacionadas con el hundimiento progresivo de los tejidos con el tiempo. Se encuentran en los pliegues nasogenianos (de la nariz a la boca), del mentón o incluso del cuello.
• Líneas finas: visibles especialmente alrededor de los labios o de los párpados.
La piel
• Se vuelve más fina, a veces casi traslúcida en algunas áreas (como las sienes o las mejillas).
• Pierde elasticidad, lo que crea efectos de flacidez.
Pueden aparecer también manchas pigmentarias, venas visibles o una textura irregular.
Los volúmenes del rostro
• Las mejillas se hunden, los pómulos se vuelven más prominentes.
• Las sienes se hunden ligeramente.
• El óvalo del rostro se suaviza, incluso se desvanece.
• Las orejas y la nariz parecen a menudo más largas (ya que continúan creciendo con la edad).
La mirada
• Los párpados pueden caer ligeramente, dando una mirada más cerrada.
• Aparecen ojeras, marcando el cansancio o la edad.
• La mirada suele ganar en profundidad, en suavidad, y puede expresar más emoción que la de una persona más joven.
Dibujar una persona mayor paso a paso
Comience con un lápiz HB dibujando el óvalo de la cara, luego la forma del cuello y la parte superior del busto. No se preocupe por la precisión: estas formas se trabajarán más adelante.
Trace una línea vertical en el centro del rostro con una regla. Luego divida el óvalo en cuatro partes con líneas horizontales. Estas marcas le ayudarán a posicionar correctamente los ojos, la nariz y la boca.
Coloque los elementos del rostro de forma esquemática:
• Los ojos en la segunda marca horizontal.
• La nariz con un círculo central y dos pequeños círculos a cada lado para las fosas nasales.
• La boca por una línea horizontal entre las dos marcas inferiores.
• El nacimiento del cabello en el primer marcador horizontal.
Borre los ejes que se han vuelto innecesarios. No dude en repasar algunos contornos si ha borrado demasiado.
Afine los ojos, que suelen estar más hundidos, con párpados más pesados. Dibuje una nariz un poco más larga que para una cara joven, y una boca más fina, a veces caída en las comisuras.
Agregar los volúmenes al dibujo
Añada los volúmenes del rostro: mejillas más hundidas, sienes ligeramente hundidas, barbilla más marcada. Comienza a colocar las primeras arrugas:
Frente: arrugas horizontales.
Ojos: patas de gallo, párpados arrugados.
Mejillas: pliegues nasogenianos, surcos bajo los ojos.
Boca: arrugas verticales, arrugas de amargura.
Dibuje el cabello de manera suave, con trazos ligeros para definir la masa general.
Suavice las arrugas alrededor de los ojos y la boca. En esta etapa, tu dibujo comienza a cobrar vida.
Con un lápiz 2B o 4B, comience a aplicar las sombras gradualmente. Acentúe las áreas alrededor de las arrugas para darles relieve.
Difuminar su dibujo
Suavizar ligeramente los contornos del rostro y acentuar la sombra en los párpados y los huecos del rostro.
Con un lápiz 6B o 8B, refuerce los contrastes: en las orejas, debajo de la mandíbula, en los pliegues profundos. Añada algunos mechones de cabello. Piense también en la textura:
• Piel ligeramente arrugada.
• Abanicos o cruces de brazos.
• Cejas más finas, a veces escasas.
¡Y ahí está, su retrato de un anciano (o anciana en este caso) está terminado!
Dibujar una persona mayor puede parecer difícil al principio. Sin embargo, añadiendo gradualmente las marcas del tiempo (arrugas, piel flácida, volúmenes modificados) y jugando sutilmente con la sombra y la luz, el resultado puede volverse muy expresivo rápidamente.
No duden en observar a las personas mayores a tu alrededor o en la calle, y capturarlas rápidamente en vivo. Es un excelente ejercicio para entender mejor las especificidades del envejecimiento... y para aprender a dibujar con sensibilidad.
Redactora e ilustradora: Sacha Fatticcioni