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por Tristan de Dessindigo

Dibujar un paisaje de invierno

Dibujar un paisaje de invierno

Hola a todos y todas, hoy les propongo aprender a dibujar un paisaje en invierno. A través de este artículo, verán que no siempre es necesario dibujar nieve para transmitir esta estación. Solo hace falta algunos elementos bien elegidos para hacer sentir el ambiente invernal. Verán, ¡es más fácil de lo que parece!

Así, que, preparen sus lápices, papel o tablet y sobre todo, ¡su creatividad! ¡Vamos allá!


Los códigos visuales de un paisaje de invierno

Antes de dibujar, hay un paso esencial: la observación. Esto es tomarse el tiempo de mirar atentamente y entender lo que realmente caracteriza a una estación. En este artículo, he mencionado que no necesariamente vamos a representar la nieve, y sin embargo, algunas de las fotos de referencia la contienen. Esto es 100% intencional. Cuando se trata de ilustrar una estación, a menudo comenzamos por lo que lo que mejor la caracteríza: nieve, sol, ojas caidas... 

Es una forma simple y efectiva de crear un vínculo inmediato con el espectador, apostando por el imaginario colectivo. Y para el invierno, ese referente visual fuerte es la nieve. Está arraigada en nuestra memoria visual, le habla a todo el mundo.

Pero el invierno no es solo nieve. No nieva en todas partes, ni todo el tiempo. Por lo tanto, es interesante ampliar nuestra paleta de señales visuales para evocar esta temporada de otra manera. Por ejemplo, los árboles desnudos, los paisajes brumosos, la luz pálida o los suelos helados son todos elementos que pueden hacer sentir el invierno. Incluso detalles como el vapor que sale de una boca de alcantarilla o las huellas de sal en una carretera pueden contribuir a este ambiente.

Observando lo que sucede a nuestro alrededor en invierno — incluso un invierno sin nieve — descubrimos un montón de pequeñas cosas que, puestas una tras otra, dibujan una atmósfera muy reconocible.

Sin embargo, si aún deseas aprender a transcribir la nieve, entonces te dirijo hacia este artículo sobre cómo dibujar nieve o cómo dibujar un árbol nevado.

Aún no hemos hablado mucho de ello, pero uno de los aspectos clave del invierno es su paleta de colores. Si miras con atención las fotos de referencia que mencionamos antes, verás que la mayoría de los tonos, ya sean claros u oscuros, pertenecen a una gama fría (en la parte baja de la rueda cromática). Incluso los colores que parecen más cálidos, como el marrón, suelen inclinarse más hacia el violeta o el azul que hacia el rojo o el naranja.

Es un detalle fundamental a tener en cuenta: si empleas una paleta demasiado cálida y brillante, tu paisaje perderá coherencia y no transmitirá tan bien la sensación invernal. Para mantener un ambiente convincente, los colores deben aportar a la atmósfera tanto como las formas o los elementos decorativos.

Un recordatorio importante: incluso en las fotos con nieve, rara vez encontrarás un blanco puro. Y no es casualidad: el blanco absoluto no existe en la naturaleza. Siempre está matizado por la luz, el entorno o el cielo. Lo que percibimos como “blanco” son en realidad tonos muy claros, que tienden al gris, al beige o a un azul muy pálido. Por eso, necesitarás trabajar con una gama de colores desaturados y fríos, como beige, gris y azul.

Dibujar un paisaje invernal: del boceto hasta la aplicación de color

Les invito a descubrir paso a paso cómo dibujar un paisaje invernal. No duden en elegir algunas fotos de referencia para guiarlos en la elección de colores. También les aconsejo exagerar ciertos tonos fríos: imaginen que están aplicando un ligero filtro azul helado sobre toda su imagen. Esto reforzará la atmósfera y ayudará a transmitir más claramente la sensación del invierno.

Para este dibujo paso a paso, he elegido comenzar con un paisaje natural, pero este enfoque funciona igual de bien para cualquier tipo de decoración.

Empezamos haciendo un boceto rápido del paisaje. Esto permitirá colocar los diferentes elementos. He decidido optar por un decorado con algunos árboles sin hojas y un lago congelado, para evocar el invierno. En el fondo, encontraremos más árboles y montañas.

Una vez que los elementos están colocados y que la composición general es validada, podemos pasar a un boceto más limpio y detallado, para visualizar mejor todos los elementos que construirán el paisaje.


Añadir los colores al dibujo

Es hora de pasar al color. Para empezar, utilizo un amarillo y un beige muy claro para teñir la hoja. Estos serán los tonos más claros utilizados.

También pueden elegir trabajar en una hoja ya teñida, especialmente si deciden trabajar con pasteles secos o lápices de colores. Esto les evitará hacer una gran capa uniforme y saturar la hoja desde el principio.

Ahora, usando un azul claro y un gris claro, vengo a sugerir las montañas en el fondo. No es necesario dibujar algo precisamente; la idea es crear interés visual alternando las áreas llenas y vacías.

Trabajo más bien con formas redondeadas en la parte inferior (esto sugiere árboles) y formas puntiagudas en la parte superior de las montañas, para sugerir rocas escarpadas.

Luego trabajamos en un plano más cercano con el grupo de árboles a la izquierda. Estarán más bien en el fondo en el dibujo final. Por lo tanto, uso un azul y un gris un poco más oscuros que los utilizados para el fondo de las montañas, para mostrar que están más cerca de nosotros.

Alterno entre estos dos colores para crear variaciones de intensidad que sugieren, una vez más, detalles sin dibujarlos con precisión.

Hago lo mismo con los árboles a la derecha. Como se trata de árboles más bien tipo arbustos, trabajo únicamente con formas redondeadas.

Ahora le aporto profundidad realizando una segunda fila de árboles a cada lado. Utilizo un azul y un gris aún más oscuros y esta vez sugiero más detalles, especialmente en la parte superior del follaje.

Ahora me dispongo a trabajar en el suelo de enfrente. Utilizo un gris y un beige, y como con el resto, mezclo los colores. Esta vez, trabajo de manera vertical para sugerir hierba.

Me enfoco ahora en las rocas con un azul y un gris, trato de fundir los colores por lugares para contrastar un poco el suelo y voy a crear profundidad en la derecha, eso será el límite del estanque congelado.

Aporto más contraste e interés visual en el plano izquierdo utilizando un verde oscuro y un caqui. Gracias a estos detalles, el paisaje, que por el momento era bastante sugerido, gana en coherencia. Esto muestra que, en realidad, si el fondo está borroso, es porque hay una bruma que viene a difuminar los detalles.


Para aportar más detalles, a continuación voy a dibujar los árboles. Elijo un azul oscuro para la base, luego mezclo los colores con un verde y luego un beige. Esto permite sugerir la bruma y mostrar la densa profundidad atmosférica.


Vengo a dibujar el lago helado. Para dar esa impresión de hielo, alterno la dirección de las líneas, a veces horizontalmente, a veces verticalmente. Aun así, me aseguro de que las delimitaciones sean suaves, para que el conjunto no esté demasiado cargado visualmente. En cuanto a colores, elijo tonos similares a los de los diferentes elementos que deberían reflejarse en él (árboles, vegetación, cielo...).

Para terminar el dibujo, añado algunos pequeños detalles: briznas de hierba más claras, algunos reflejos en el lago helado, un poco de sombra en los lados del lago... Esto ayuda a dar coherencia al conjunto.

¡Y ahí está, el dibujo del paisaje invernal está terminado! Como han podido ver, no es tan técnico como parece. Desde el momento en que elegimos algunos elementos significativos (niebla, árboles sin hojas, escarcha) y aplicamos una gama de colores fríos, la atmósfera invernal se siente de inmediato. ¡Espero que este artículo les haya gustado! 😊