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por Tristan de Dessindigo

Dibujar un retrato con tinta china

Dibujar un retrato con tinta china

Hoy descubriremos una de las herramientas de dibujo más antiguas de la humanidad. Aparecida en China hace más de 2.500 años, la tinta china se utilizaba originalmente para la escritura manual. Muy pronto, los trazos realizados con este material se convirtieron en la base de representaciones de escenas cotidianas, especialmente paisajes.

Las primeras creaciones de este tipo recibieron el nombre de Sumi-e, composiciones monocromáticas elaboradas principalmente por monjes zen.

Libro ilustrado en el estilo Katsushika (Ehon Katsushika-buri) – Katsushika Hokusai

La tinta china se fabrica a partir de hollín, agua y un aglutinante. Hoy en día se encuentra principalmente en forma líquida, pero antiguamente se presentaba en barras que se disolvían en agua.

Un dato curioso: esta misma mezcla se usaba en el pasado para grabar símbolos sobre cráneos o piel, en prácticas similares al tatuaje. Se han hallado incluso huesos oculares marcados con tinta china. Estos soportes provenían de animales —como bueyes o caparazones de tortuga— que se agrietaban con fuego; cada fisura se interpretaba como una predicción del futuro.

Bambú
Artista no identificado; Su Shi

Hoy, la tinta china se utiliza principalmente para explorar los contrastes entre sombra y luz, así como para trabajar tramas, texturas y juegos de manchas.

En esta guía, aprenderemos paso a paso cómo realizar un retrato con esta técnica milenaria.
Comencemos reuniendo los materiales necesarios:

- Tinta china
- Pluma (única o de diferentes grosores)
- Pincel o pluma especial para tinta china
- Papel grueso adecuado (papel para acuarela o especial para tinta)


Sombras y luces con tinta china                

Antes de empezar, es fundamental comprender la noción de la mancha. El trabajo con tinta china se basa en el equilibrio entre luz, sombra y tonos intermedios.

Para familiarizarnos, realizaremos un pequeño ejercicio:


En una hoja, utilicemos la pluma o el pincel para crear degradados de manchas. Comencemos con tinta pura, luego diluyámosla poco a poco añadiendo agua, por ejemplo con un cuentagotas.


La trama

Una vez dominada la mancha con el pincel, pasemos a las líneas con la pluma. Hagamos trazos libres para explorar las diferentes tramas que se pueden lograr según el tipo de herramienta.

Sumergimos la punta en la tinta china, la inclinamos unos 45° y probamos cuánta tinta puede retener. Si disponemos de un set con varias puntas, experimentemos con distintos tipos de línea y grosor.


A partir de esta imagen de referencia comenzaremos nuestro dibujo. Si la imagen está en blanco y negro, será aún más fácil identificar las zonas de luz y sombra.


Dibujar un retrato con tinta china: Paso a paso

Comencemos trazando la base del retrato. Dibujemos un círculo guiándonos por la imagen de referencia, y añadamos las líneas directrices. También podemos imprimir la foto, marcar las referencias sobre ella y luego transferirlas al papel.


A partir de estos puntos, esbocemos la base del rostro. Esto no será más que un boceto inicial, así que tracemos las líneas ligeramente a lápiz.


Después, definamos la silueta de las zonas de sombra. Observémoslas en la referencia y trasladémoslas directamente al dibujo.

Comencemos a aplicar las primeras manchas, partiendo de las líneas base y usando una dilución ligera (70 % agua, 30 % tinta). Construyamos las sombras progresivamente, de las más suaves a las más intensas, aumentando poco a poco la concentración de tinta.

Podemos utilizar un pincel o una pluma especial para tinta china.


Agregar sombras a tu dibujo

Para finalizar, añadamos las sombras más profundas. Los detalles pueden realizarse con un pincel fino, pluma o bolígrafo de tinta, empleando las tramas que experimentamos en el primer ejercicio.                                            

La tinta china es una técnica milenaria que, más allá de su elegancia visual, nos invita a explorar la relación entre luz y sombra y a apreciar la sutileza de cada trazo.

Trabajar el retrato con este enfoque nos permite ver cómo una simple mancha puede transformarse en emoción y expresión.

Cada línea, cada tono y cada textura cuentan una historia. Al practicar esta técnica, reconectamos con una tradición ancestral mientras afinamos nuestra mirada, aprendiendo a observar mejor y crear atmósferas a partir de lo esencial.


Algunos consejos adicionales

Antes de empezar el retrato, practiquen con manchas y degradados para entender la intensidad y la dilución de la tinta.

-No tengas miedo de equivocarte: al usar tinta china, esto puede convertirse en efectos visuales interesantes.

-Controla la cantidad de tinta en la pluma o el pincel. Demasiada tinta puede causar manchas; poca, dejar líneas incompletas.

-Usa siempre papel grueso o especial para tinta, ya que el papel fino puede ondularse o romperse.

-Analiza bien las zonas de luz y sombra en su referencia; identificarlas desde el boceto servirá de guía durante todo el proceso.

-Alterna tramas y manchas para dar más profundidad y textura al retrato.

Y, sobre todo, disfruta del proceso: trabajar con tinta china es un ejercicio técnico y una práctica de paciencia y contemplación.

Redactora e ilustradora: Valentina