Dibujar un retrato de mujer con carboncillo
¡Hola! Hoy te propongo sumergirse en un gran clásico del dibujo que atraviesa los siglos con fuerza y espontaneidad: el retrato de mujer al carboncillo. Profundo, expresivo y lleno de contrastes, este medio ha inspirado a numerosos artistas, desde los maestros antiguos hasta los creadores contemporáneos.
¡Prepara tu carboncillo y tu papel, vamos allá!
¿Por qué elegir el carbón vegetal?
(de izquierda a derecha: Prud’hon, Degas, Klimt)
El carbón es un medio clásico y muy apreciado para el dibujo de retratos. Utilizado desde la Antigüedad, seduce por su riqueza de contraste y su gran expresividad. Con él, se pueden obtener tanto negros profundos como degradados muy sutiles, perfectos para representar las sombras, los volúmenes del rostro y las expresiones.
También es muy flexible de usar: puedes esbozar con energía, difuminar para suavizar, y corregir fácilmente gracias a su buena capacidad de borrado. Ya sea que te gusten los trazos vivos o los acabados más suaves, el carbón te ofrece una gran libertad.
El material
El material necesario para realizar un dibujo al carboncillo sigue siendo bastante simple y conciso. Si deseas aprender más sobre las herramientas recomendadas para esta técnica, te invito a consultar este artículo dedicado a cómo empezar con el carboncillo.
1. Carboncilla (tiza o en barra)
2. Carboncillo en lápiz
3. Goma blanca
4. Goma maleable
5. Desdibuja
6. Papel
Si deseas realizar un boceto preliminar con lápiz, asegúrate de tener uno a la mano también.
Dibujar un retrato de mujer con carboncillo paso a paso
Para este artículo, nos centraremos exclusivamente en la técnica del carboncillo en sí misma. Por lo tanto, les invito a consultar este artículo si desean revisar los fundamentos del retrato a lápiz:
1. Comienzo haciendo un boceto preliminar, pero es una etapa completamente opcional.
2. Con un lápiz de carbón, para mayor precisión, repaso todas las líneas del boceto.
3. Comienzo a aplicar las primeras sombras. Para ello, uso el lado del carboncillo, que sostengo bastante lejos de la punta para mantener un gesto ligero.
4. Pienso bien en dejar reservas de blanco para preservar las zonas de luz.
5. Continúo aplicando las sombras prestando atención a seguir correctamente las curvaturas del rostro, para que el resultado sea más armonioso.
6. Intensifico las sombras repasando en algunos lugares. Para las áreas más precisas, como los ojos, uso un lápiz de carbón bien afilado.
7. Empiezo a dibujar el cabello usando la arista de una tiza de carbón.
8. Para un acabado más natural, las líneas siguen la forma y el movimiento del cabello.
9. Ahora, voy a oscurecer el cabello. Para esto utilizo la punta del carbón vegetal, lo que me permite ganar en precisión e intensidad.
10. Para agregar reflejos, dejo intencionadamente algunas zonas blancas. Oscurezco al máximo el cabello cerca del cráneo, en el lado izquierdo, para mostrar que están ligeramente retraídos.
Difuminar el dibujo
11. Empiezo a difuminar haciendo pequeños movimientos ligeros en círculo.
12. Recuerda limpiar regularmente tu difumino frotándolo en un papel blanco limpio o en un papel abrasivo fino.
13. Continúo difuminando muy suavemente las diferentes zonas, teniendo en cuenta que para un retrato de mujer, se busca ante todo suavidad en el trazo.
14. Termino difuminando el cabello, luego añado detalles muy pequeños, como las pestañas.
¡Y ahí está! El retrato de mujer está ahora terminado. Como habrán notado, el carboncillo requiere paciencia y delicadeza, pero es una técnica muy accesible que permite jugar con magníficos matices de negro y gris.
Con un poco de entrenamiento, se convierte en un excelente medio para capturar la fuerza y la dulzura de un rostro.
Espero que este artículo te haya gustado y sobre todo te haya dado ganas de lanzarte tú también al dibujo con carbón vegetal. 😊
Redactora e ilustradora: Chloé Pouteau