La técnica del lavado en acuarela: ¿cuándo y cómo usarla?
Si estás comenzando en acuarela, pronto escucharás hablar de muchas técnicas y enfoques. Comprenderlas y aprender a dominarlas es esencial para disfrutar plenamente de este medio.
Hola y bienvenido a este artículo dedicado al lavado: descubramos juntos en qué consiste esta técnica y cómo aplicarla efectivamente.

¿Qué es un lavado?
El lavado es una forma de aplicar la acuarela que consiste en diluir la pintura en agua hasta obtener una mezcla similar a la tinta. Este método permite cubrir grandes superficies de manera uniforme o degradada, mientras mantiene una apariencia suave y ligera.
Generalmente, se utiliza al principio de una pintura, ya que permite crear rápidamente fondos armoniosos con un acabado agradable y equilibrado.

Cómo utilizar la técnica del lavado?
Aquí tienes algunos consejos para obtener mejores resultados con esta técnica:
Utiliza pinceles grandes y suaves: retienen más agua y permiten una aplicación fluida y uniforme.
Inclina un poco tu hoja: esto facilita la circulación del agua y acelera la cobertura de la superficie.
Trabaja sin interrupción: en la aguada, el tiempo es precioso. Es necesario pintar continuamente para evitar marcas o demarcaciones.
Realiza pruebas de color: a partir de un solo tono, puedes obtener varias intensidades según la cantidad de pigmento diluido. Haz algunas pruebas en un papel de borrador para verificar los valores.
Elimina los excesos de pintura: usa un pincel seco para absorber los sobrantes y evitar manchas imprevistas.

Variaciones de la técnica
Si ya conoces algunas técnicas de acuarela, estas dos variantes del lavado te parecerán familiares:
Lavado uniforme (húmedo sobre seco)
También llamado “húmedo sobre seco”, este método permite obtener una capa homogénea de color sin marcas visibles. Sumerge tu pincel en la mezcla y aplícalo directamente sobre el papel seco, como indica su nombre.

Degradado lavado (húmedo sobre húmedo)
Conocido también como "húmedo sobre húmedo", es la técnica ideal para mezclar varios colores o diferentes valores de un mismo tono. Consiste en humedecer el papel antes de depositar el color diluido: los pigmentos se difunden entonces naturalmente, creando sutiles transiciones.

Algunos ejemplos de artistas
Aquí dos artistas famosos que utilizaron la aguada con gran maestría en sus acuarelas:
William Turner
Este nombre probablemente le resulte familiar. Este maestro británico del romanticismo es considerado como el que elevó la acuarela al rango de arte mayor. Sus obras se distinguen por sus atmósferas luminosas, construidas gracias a la superposición de múltiples lavados.
John Singer Sargent
Este artista estadounidense, figura del realismo, ha producido acuarelas de gran vitalidad. En sus obras, el lavado se encuentra en fondos dinámicos, hechos de pinceladas rápidas y audaces, a veces cercanas al impresionismo.

Aplicar la técnica del lavado
Para concluir, veamos paso a paso cómo utilizar el lavado para sacarle el máximo partido:
Prepara tu papel. Este paso es esencial para cualquier pintura de acuarela. Comienza por "preparar" el papel: humedécelo o sumérgelo brevemente en agua, luego déjalo secar antes de fijarlo en una superficie plana con cinta adhesiva para evitar deformaciones.

Realiza la mezcla. El objetivo es obtener una consistencia similar a la tinta. Vierte un poco de agua en su paleta o en un pequeño recipiente, luego agrega gradualmente el pigmento mientras mezcla. Haz varias pruebas para verificar que el tono corresponde al efecto deseado.

Aplícalo horizontalmente. Sumerje el pincel en la mezcla y pinta con largos trazos regulares de un extremo a otro del papel, bajando progresivamente hasta cubrir la zona deseada. Elige un lavado uniforme o degradado, según el acabado que busque.

Aproveche la "gota". Al pasar el pincel, a menudo se forma una fina acumulación de agua llamada "gota". Para evitar las demarcaciones, usa esta gota para conectar tus pinceladas: coloca el pincel sobre ella y continúa pintando sin interrupción.

Trabaja con capas transparentes. Al aplicar varias lavadas sucesivas, obtendrás atmósferas ricas y matizadas. Deja secar entre cada capa antes de superponer la siguiente.

Combina con otras técnicas. La aguada suele ser la base de una obra, pero no debe ser un límite. Puedes combinarla con otros procesos de acuarela para refinar los detalles, crear movimiento y enriquecer la composición visual.
¡Y ahí lo tienes! Ahora sabes qué es la técnica del lavado y cómo aplicarla en la acuarela. Espero que este artículo te haya ayudado a comprender mejor este concepto y sus numerosas posibilidades. No dudes en experimentar, superponer las capas y explorar toda la riqueza de este maravilloso medio que es la acuarela.
Redactor e ilustrador: Bryam