Cómo dibujar una montaña nevada
Hoy vamos a dibujar montañas cubiertas de nieve. Deben tener un aspecto místico y del dibujo debe emanar una impresión de grandeza en estado puro. Tanto que no podramos hacer más que quedarnos contemplativos ante tal visión de la naturaleza.
LOS ELEMENTOS GRÁFICOS DE UNA MONTAÑA
Estas cumbres son intransitables para la mayoría de los hombres. Este tipo de paisaje se encuentra en un clima muy particular donde la presión atmosférica es muy baja porque disminuye a medida que la altitud aumenta. Por lo tanto, hace mucho frío y, como resultado, la vida lucha por desarrollarse allí. No encontrarás árboles ni arbustos en estas montañas, sino principalmente un terreno rocoso, cubierto por un grueso manto de nieve.
LA PALETA DE COLORES DE NUESTRO DIBUJO
La paleta de colores que he derivado es, sin sorpresa, en tonos fríos. Nos acercamos al azul o al violeta. Si lo deseas, también puede usar una paleta en tonos azul cian (tirando hacia el turquesa), como los glaciares.

Aunque dibujemos montañas, y más particularmente sus cumbres, evitaremos los tonos francamente verdes, sinónimos de una vegetación abundante.
Para las rocas, utilizaremos los azules más oscuros. El cielo y las nubes pueden tener las mismas tonalidades que el hielo, yendo desde un blanco ligeramente teñido hasta un azul pálido.
¡A dibujar!
DIBUJAR UN PAISAJE DE MONTAÑA PASO A PASO
1) En un plano que representa el cielo azul, texturizo ligeramente el fondo de la imagen para sugerir la atmósfera del dibujo y de las nubes emergentes. Puedes hacer un degradado con un color extremadamente pálido para hacer la transición con el azul y añadir relieve. Aquí he elegido un rosa suave.

Generalmente, las montañas forman cadenas: es decir, están una tras otra. Su cima parece, entonces, continua. Para ello, vamos a empezar por dibujar una línea guía aleatoria que la representará. Diviértete con las formas; crea picos, valles, curvas...
2) Dibujo la línea del pico que está en primer plano, en fucsia.

3) Luego una segunda línea para el segundo plano, en violeta.

4) Finalmente, trazo las líneas de mi fondo en azul. En este fondo se centrarán montañas lejanas, apenas visibles en la neblina de las nubes.

Para este dibujo, será necesario jugar con la atmósfera para que se sienta el frío glacial, pero también la belleza cautivadora de la nieve.
Pasemos al color.
AÑADIR COLOR AL DIBUJO
1) Cada zona está bien definida, aplico una capa a cada una de ellas siguiendo la paleta de color elegida anteriormente.
Tomo el color más intenso y oscuro para el primer plano y un azul menos saturado para mi segundo plano. Finalmente, utilizo varios azules pálidos para mi fondo porque deseo demostrar el lejano de estas montañas: cuanto más nos alejamos de ellas, más pequeñas y desaturadas deben parecer.

2) Creo irregularidades en los vértices y detallo el aspecto del segundo plano que será el lugar más importante del dibujo. Este sería el resultado cuando se eliminan las líneas guía:

3) Añado nubes entre cada cadena de montañas del fondo, dejándolas apenas visibles en el desenfoque de estos. Esto refuerza la atmósfera y ancla el dibujo en un clima húmedo y frío.

4) Siguiendo el movimiento de las flechas, divido mi montaña para dar más relieve a las diferentes montañas que se concentran en el primer y segundo plano. Serán muy empinadas.

5) Aplico un degradado en cada división según mi paleta de colores. Cuanto más me alejo, más se aclaran los tramos de montaña. Elijo un azul saturado para dar un poco más de vida al punto culminante de esta cadena.

6) De manera aún tosca, ubico las principales zonas de nieve (con el tono más claro, sin usar blanco). Estas se agrupan en la base de los picos, donde sus pendientes se suavizan, y parecen también querer trepar hacia la cima de los picos con algunos ramales de nieve.

Luego, otros desvíos más pequeños se colocarán sobre los primeros, yendo de abajo hacia arriba de las montañas, concentrándose en los valles:

7) Dibujo los detalles de las bifurcaciones y afinó los bordes de la nieve ya presente. Puedes añadir aquí y allí pequeños trazos de nieve, siempre en la dirección de la pendiente.

8) Para empezar a sombrear la nieve, coloco un gran degradado azul desde la izquierda del dibujo.

9) La luz viene de la izquierda (ver la flecha naranja abajo), por lo tanto, podemos deducir la dirección y la longitud de las sombras proyectadas de las montañas. La sombra que más resalto es la del pico principal, en el punto más abajo.

AGREGAR REALISMO AL PAISAJE DE MONTAÑA
Para dar relieve y más verosimilitud a mi visual, ha llegado el momento de añadir textura y detalle.
10) Añado la textura de la roca, haciendo hincapié en el ancho de los trazos en el primer plano. Serán más sutiles en el segundo plano.
En fucsia, les dibujo algunos ejemplos de texturas.

11) Empiezo a texturizar la nieve en algunos lugares (solo en primer plano).
Aquí tienes algunos ejemplos de pinceles para eso:

12) Vienen los últimos detalles: luces, definiciones... Se puede hacer reverberar el color del cielo ligeramente rosado sobre la nieve.

13) Termino el dibujo tomando un poco de distancia y hago ajustes si es necesario: texturizo un poco más la nieve en primer plano para hacer una distinción clara entre el primer y el segundo plano.
¡Bravo! ¡El dibujo de la cumbre nevada está terminado!

Si deseas simplificar este tutorial, puedes resumir cada paso en una sucesión de planos (lo cual se verá igual de bien, ya que la escala del dibujo es muy pequeña en comparación con una verdadera montaña). Podemos permitirnos perder detalles, manteniendo la esencia de las formas: nieve contra roca, ese es el contraste a conservar.
Ilustradora y redactora: Vincyane Belin