Aprende a Dibujar un Paisaje Fantástico: Guía Fácil
¡Hola! Hoy vamos a dibujar un paisaje, pero no uno cualquierla; vamos a añadirle un toque de imaginación y magia.
La fantasía se define como todo lo que se acerca a lo mágico, a lo que es imposible, pero que, gracias al poder de la magia, se vuelve real. Con esto en mente, nuestro paisaje debe incluir un elemento imposible que lo transforme de un paisaje ordinario a un paisaje encantado.
¿Qué se debe tener en cuenta para dibujar un paisaje fantástico?
Cuando se crea un paisaje, hay varios elementos a considerar. El primero es la composición: se refiere a la ubicación de los elementos en el lienzo y a cómo se armonizan para crear una imagen agradable a la vista. Para ello, vamos a utilizar la regla de los tercios, como veremos más adelante.
A continuación, hay que pensar en la profundidad. Los elementos más cercanos a nosotros serán siempre más oscuros, mientras que los que están más lejos aparecerán más claros. En función de la luz del cielo o del fondo, los objetos se desvanecen, pierden su color propio y toman el tono del fondo.
Un paisaje fantástico paso a paso
¡Pasemos ahora a la demostración!
Vamos a trabajar digitalmente, pero si lo prefieres, puedes hacerlo muy bien con lápices de colores o con pintura.
Aquí está el boceto del paisaje que dibujaremos. Estos cuadros que ves corresponden a lo que llamamos la regla de los tercios.
Estas líneas nos sirven de guía y garantizan que, si colocamos los elementos importantes en las intersecciones, los situamos en los principales puntos de atención para el espectador. Esto hará mucho más fácil la comprensión de la jerarquía de los objetos en la imagen, es decir, qué elementos son más importantes que otros.
En este caso, queremos que la isla flotante sea el elemento central.
No te preocupes si el boceto te parece un poco extraño: todo esto va a evolucionar mucho más adelante. De hecho, queremos que las formas sean irregulares para imitar el comportamiento de la naturaleza. Piensa en trazar líneas muy angulosas para dar más expresión a tu dibujo.

El siguiente paso es colocar bloques de color. Si dibujamos en digital, la paleta de colores aún no es muy importante.Sin embargo, si dibujas con lápices o pinturas, asegúrate de elegir una paleta armónica. Para este dibujo, te recomiendo los azules y los amarillos.
Ahora que los bloques están colocados en perspectiva, teniendo en cuenta que un objeto más lejano será más claro y un objeto más cercano, más oscuro, podemos avanzar. Hay que saber que cuanto más lejanos están los objetos, más se funden con el color del fondo.

Trabaja siempre de lo más grande a lo más pequeño. Los detalles vendrán al final, porque una vez añadidos, es más difícil modificarlos si el resultado no nos gusta. En esta etapa, se añaden más bloques con muy pocos detalles, para delimitar los objetos en nuestra obra.

Ahora vamos a agregar las sombras y luces, capa por capa, teniendo en cuenta que nuestra principal fuente de luz está en el centro de nuestro dibujo, donde se encuentra el sol.
Después, añadiremos una luz secundaria bajo la cascada, pero por ahora, concentrémonos en la del cielo. Los objetos más cercanos al espectador siempre aparecerán más grandes y con más detalles. Así, para el plano (o bloque) más cercano, agregamos árboles para acentuar la profundidad.

A esta altura, definimos un poco mejor las montañas y la cascada. Las montañas en la distancia no requieren mucho detalle.

Agregar los colores a tu dibujo
Ahora, pasemos al color. Si trabajas en digital, este paso es relativamente simple: basta con aplicar un color uniforme utilizando una capa en modo "multiplicación" para obtener una tonalidad que conserve los valores de sombra y luz iniciales.

Ahora que nuestra fuente de luz está bien definida, podemos comenzar a aclarar las formas de las montañas y del agua. El agua es muy reflectante, por lo que vamos a añadirle mucha luz, insistiendo más en el centro para mostrar de dónde proviene.

Agreguemos ahora un toque mágico a nuestra obra. Preguntémonos: ¿cómo flota esta isla? Imaginemos que es el poder del agua lo que la hace levitar, y para eso, es necesario darle un aspecto especial. Saturamos el agua con un toque de aguamarina, lo que le dará un ambiente etéreo, casi mágico.

Dado que es agua mágica, debe brillar. Por lo tanto, es necesario añadirle reflejos luminosos. Puedes usar el mismo tono de agua mágica en los objetos cercanos, como las rocas o la isla misma, para dar la impresión de que la luz se refleja en todas partes.

Añadimos aquí un poco más de reflejos luminosos, que van a crear formas precisas en nuestros bloques.

Agregar los detalles del dibujo
Para terminar, agreguemos los últimos detalles.
Coloquemos algunas nubes. Estas tendrán formas más redondeadas, en contraste con el paisaje, que está dibujado con líneas más angulosas. También podemos jugar con los colores y los reflejos en el agua: superponiendo tonos como el violeta, el amarillo, el aguamarina y el azul, obtenemos una textura muy interesante.

Luego, añadimos más nubes al fondo, así como el color de nuestro agua mágica cayendo. Al reducir la opacidad del pincel, podemos crear un efecto luminoso para simular una fuerte fuente de luz proveniente del agua. Si estás trabajando con lápices o pintura, puedes lograr este efecto con un ligero velado de blanco.

Para terminar, vamos a pulir los detalles más finos.
En este caso, cambiamos el diseño de lo que había sobre la cascada: imaginamos que el origen del agua mágica podría ser un árbol portador de vida. También añadimos algunos pájaros dibujando dos pequeños trazos con un color vivo. Y para acentuar la magia del agua, colocamos algunas salpicaduras de aguamarina y líneas finas alrededor del agua.

¡Y ahí lo tienes! Nuestro paisaje fantástico está terminado, ¡espero que este tutorial te haya gustado y te haya sido útil!
Redactor e ilustrador: Joshua